Barrio El Cinto

l asentamiento romano en la ciudad ocuparía ambos lados del río, hallándose restos arqueológicos en el promontorio sobre el río Queiles como es el caso del alfar de la C/ Caracol. Sobre la presencia de los visigodos en Tarazona se conocen pocos datos, pero las crónicas narran que la ciudad estaba fortificada.
En el año 713 Tarazona cayó ante los ejércitos musulmanes. Se establecieron en el promontorio que se alza en la margen izquierda del Queiles, adaptaron el urbanismo turiasonense a las características islámicas y se levanta la Zuda, fortaleza de superficie rectangular excavada en una roca sedimentaria de gran altura sobre la terraza del Queiles. La Zuda formaría parte de un recinto amurallado mayor, el cual constituiría el barrio de “El Cinto” en alusión a ser “el re-cinto amurallado”.
La reconquista de la ciudad por Alfonso I el Batallador en 1119 conllevó cambios políticos y sociales importantes. Con los nuevos gobernantes llegaron nuevos repobladores cristianos. Frente a ellos, judíos y musulmanes conformaban sus propias comunidades o aljamas fuera del barrio de El Cinto, delimitadas perfectamente entre sí con sus órganos de gobierno independientes y con sus respectivos recintos defensivos.