El Cipotegato

HIPÓTESIS SOBRE SU ORIGEN:
Su origen no está claro, hay poca documentación y muchas leyendas. A pesar de ello, tal y como dicen nuestros mayores “es de toda la vida” y podemos afirmar que actualmente es la fiesta de mayor calado entre la población.
La tradición popular lo ha relacionado erróneamente con un reo (preso) al que el municipio le daba la oportunidad de liberarse si sobrevivía a la lapidación de los ciudadanos llegando a tocar una cadena que se encontraba a las afueras de la ciudad. Se ha querido relacionar esas piedras con los tomates actuales, pero podríamos desechar esta teoría ya que Tarazona nunca tuvo una actitud hostil hacia sus reos.
Otra hipótesis lo relaciona con los antiguos bufones que fascinaban tanto a los monarcas como al pueblo. Es en el siglo XVII, época de Felipe II, cuando hay referencias a un personaje llamado Cabeza de gato y Cara de gato por su capucha con ojos alargados y gatunos. A finales del siglo XVIII se habla del Pellexo de gato que entretenía y perseguía a los niños con una vejiga hinchada para que no entorpecieran los oficios religiosos del Corpus Christi.
La teoría más fiable vincula al Cipotegato como única pervivencia del dance* o paloteao de Tarazona. Esta figura se limitaba a apartar a las gentes para que los danzantes pudieran ejecutar sus bailes. Su apariencia grotesca y graciosa atraía a todos los públicos que corrían asustados, especialmente las jóvenes cuando trataba de levantarles las ropas de forma burlona, causando que los novios le arrojaran lo primero que tenían a mano.
*El dance, perdido en Tarazona desde los años treinta del siglo XX, es un fenómeno folclórico aragonés con base religiosa donde se unen música y baile con la representación dialogada de sucesos pasados, romances y dichos.
Esta versión cobra fuerza al conservarse otras figuras relacionadas en el resto de la península como son el Bobo, Peliqueiro, Zanpantzar y Jarramplas, entre otros… Y concretamente con los Cipoteros o Zaputeros del dance de la comarca, monigotes carnavalescos tapados con un capuchón que persiguen a niños y jóvenes.
SOBRE SU TRANSFORMACIÓN:
Los testimonios orales más antiguos son de los años treinta del siglo pasado, y cuentan que le tenían miedo desde el primer momento que oían su nombre. Incluso cuando tenían ya la edad suficiente para correr junto a él evitaban acercarse por miedo a ser arreados con la vejiga de cerdo inflada que colgaba de su palo. Los jóvenes esperaban su salida con gallones de hierba, tronchos de lechuga y restos de verduras que cogían de la Plaza del Mercado, actual Plaza de España. Una vez sonaban las doce campanas en el Ayuntamiento, comenzaba la carrera tras él siguiendo un recorrido tradicional que iba por las calles Mayor, San Atilano, San Juan y Hospital (hoy Marrodán) hasta llegar de nuevo a la Plaza del Mercado.
A partir de la Guerra Civil deja de haber información sobre el personaje, pudiendo haber desaparecido temporalmente. Hasta que en el año 1942, bajo la alcaldía de D. Juan Cruz Martínez, se introduce en las fiestas desligado completamente del dance, acompañando a los gigantes y cabezudos, y saliendo en la procesión del 28 de agosto.
Año tras año adquiere importancia y, sin saber cómo, empieza a salir el 27 de agosto dando inicio a las fiestas patronales. Al principio lo hace tranquilamente y por un ancho pasillo de gente en el que sólo algunos niños se atrevían a desafiarlo lanzándole gallones, y más adelante tomates como manda la tradición a día de hoy.
En la segunda mitad del siglo XX fue aumentando progresivamente la asistencia a esta cita, aunque era considerado una vergüenza ser Cipotegato, por lo que se compensaba económicamente a quien lo llevaba con un par de alpargatas y el abono de los festejos taurinos. Pronto esto cambia, en 1984 Luis Escribano sería el primer cipotegato que sale de forma voluntaria sin cobrar, y desde 1987 se tiene que realizar un sorteo entre todos aquellos que desean serlo.
TAL Y COMO LO CONOCEMOS:
Hoy es un honor vestir su traje. Formado por un pantalón y chaqueta acolchados con rayas amarillas, rojas y verdes sobre las que se disponen cintas de los tres colores haciendo rombos. Porta una máscara o cipotero para guardar su identidad y un palo del que cuelga una bola que utiliza para abrirse paso.
Tiene lugar cada 27 de agosto a las 12:00h. en la Plaza de España.
Es el acto que da comienzo a las fiestas patronales en honor a San Atilano, un ritual único en la geografía española y que en 2009 le hizo merecer el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional.
El Sorteo:
Es elegido anualmente a través de un sorteo entre más de 150 jóvenes.
La persona agraciada será suplente del año en el que se ha realizado el sorteo, y tendrá tiempo suficiente para prepararse ya que representará el personaje del siguiente año.
La importancia de ser turiasonese:
Debe estar representado por los turiasonenses. Los aspirantes tienen que estar empadronados.
El Secreto:
Su identidad es llevada en secreto, y sólo su círculo más cercano lo sabe para poder ayudarle en tan señalada fecha.
La Carrera:
Debe contar con las condiciones físicas necesarias.
A las 12 en punto sale del Ayuntamiento y los anteriores cipotegatos, amigos y cuadrillas de la ciudad le ayudan a hacerse hueco entre la multitud intentando “escapar” de una auténtica lluvia de tomates.
Una vez fuera de la Plaza inicia un itinerario elegido por él. Le siguen muchos jóvenes y otros se incorporan durante el recorrido.
Vuelve a la Plaza donde es recibido por la multitud eufórica y teñida de rojo que lo alza y lo vitorea entre la música de las charangas.
Finalmente sube a su estatua, realizada por el arquitecto Alejandro Rincón en 1990, y es entrado en volandas en el Ayuntamiento.
Los tomates:
Tienen su orígen en los restos del mercado de verduras que se le comenzaron a tirar. Todos los asistentes los llevan preparados para lanzarlos al Cipotegato y para ensuciarse con ellos como parte de la fiesta.
Los vítores:
¡Cipote, Cipote, Cipote es cojonudo,
como cipote no hay ninguno!
¡Cipote, Cipote, Cipote!
Video Promocional del Cipotegato. Excmo. Ayuntamiento de Tarazona
Video reportaje del Cipotegato de RTVE
Participación en el resto de las fiestas patronales:
El Cipotegato también participa en la Misa Solemne y procesión de la reliquia de San Atilano que tiene lugar el día 28 de agosto. Así como en la ofrenda de flores y frutos en honor a la Virgen del Río, tras la cual recibe un homenaje.