Ermita de San Vicente

e trata de dos volúmenes anexos de diferente altura.
En el caso del volumen correspondiente a la ermita esta levantado en sillar en su zona inferior y mampuesto con piezas de gran tamaño en la superior. Encontramos un curioso friso constituido por placas cerámicas que aportan ritmo y vistosidad. Portada de acceso a los pies y ventanas de medio punto en los laterales.
El volumen anexo está construido íntegramente en sillar, posee varios huecos, más pequeños en la planta baja y de mayor tamaño en la superior, todo ellos recercados por moldura lisa de color blanco.
Tanto la puerta como las ventanas son muy sencillas, realizadas en madera. La cubierta está realizada a varias vertientes adaptándose a los volúmenes edificados y con un alero de escaso vuelo compuesto por triple hilada de ladrillo. Dos de ellas dispuestas a soga que enmarcan una en medio de ladrillos triscados.
El día 22 enero, festividad de San Vicente, se celebra en la ermita donde es tradición comer un pastel de chorizo. También es tradición popular la siguiente oración y moraleja:
Me fui por un caminito,
me encontré con Jesucristo,
Jesucristo era mi padre
y Santa Bárbara mi madre,
San Vicente mi pariente
me hizo una cruz en la frente
para que el diablo no me tiente,
ni de día ni de noche,
ni en la hora de mi muerte, amén.
Moraleja:
San Antón pistón,
San Vicente mi pariente.
Fotografías: Página de Facebook Fotos antiguas de Tarazona y sus gentes.
